Movimiento Somático
Una nueva propuesta para conectar con tu cuerpo desde el interior.
Una invitación al autoconocimiento
Estamos muy ilusionados de presentarte una de las nuevas sesiones que incluiremos en las clases regulares del centro: el Movimiento Somático. Una práctica que te invita a explorar y entender la profunda conexión que existe entre tu cuerpo y tu ser interior.
A menudo vemos nuestro cuerpo como una estructura puramente física, una especie de máquina que nos lleva de un lugar a otro. Esta práctica nos propone un enfoque completamente diferente. Es una invitación a convertirte en un investigador de tu propio ser, dándote el espacio y el tiempo necesarios para descubrir la relación que tienes con tu cuerpo desde una perspectiva totalmente diferente.
Beneficios para tu bienestar
A través de movimientos conscientes, lentos y suaves, aprenderás a escuchar el lenguaje de tu cuerpo. Muchas veces, dolores, molestias y tensiones crónicas son mensajes que tu cuerpo intenta darte, expresiones de algo que está guardado en tu interior. El movimiento somático te ayuda a descifrar esos mensajes y a entender qué es lo que te están contando.
Físicos
El Movimiento Somático te ofrece la oportunidad de reprogramar patrones de movilidad y liberar la tensión muscular crónica, que a menudo está vinculada a experiencias y emociones guardadas en el inconsciente. Al pasar de una mirada mecanicista del movimiento a sentir la vida que se expresa desde tu interior, notarás una transformación y una mayor libertad en tus movimientos.
Mentales y de crecimiento personal
Más allá de la relajación muscular, esta práctica es una vía de crecimiento personal a través del autoconocimiento. Te ayuda a expandir tu conciencia, a percibir profundamente tus sensaciones internas y a reconocer cómo se sienten las emociones en tu propio cuerpo. Te da la oportunidad de descubrir tus propios canales de expresión y a educar a tu cuerpo para no contener, permitiendo que las emociones fluyan de manera natural.
Así es una sesión
Cada sesión se basa en sentir y conectarte a tu cuerpo desde movimientos guiados, que se realizan de forma lenta y suave en secuencias de repetición determinadas y en profunda conexión con la respiración. Son principalmente posturas sentadas o cerca del suelo que no requieren esfuerzos grandes. La clase finaliza con una relajación que permite que todo lo experimentado se asiente, dejando el espacio a la integración.